Desde que se le concedió la patente al ingeniero químico noruego Erik Rotheim en 1926, la lata de aerosol o spray ha tenido infinidad de aplicaciones… Existen sprays de todo tipo: laca para el pelo, insecticidas, ambientadores, lubricantes, medicamentos, limpiadores… Lógicamente, la aplicación que a nosotros más nos interesa es el uso de sprays con pinturas y barnices…
PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO DE UN SPRAY
El principio de funcionamiento de un spray es realmente sencillo; un spray es un recipiente herméticamente cerrado que contiene en su interior un producto principal (según la aplicación del spray; pintura, ambientador, lubricante…), más un gas que actúa como propelente. Ambos elementos se encuentran a una presión bastante superior a la atmosférica en el interior del spray.
El envase está dotado de una válvula que permite la salida de propelente y producto cuando es accionada, haciendo pasar el contenido del spray a través de una boquilla dosificadora (pulsador) que lo atomiza en finísimas partículas.
RODUCTO PRINCIPAL
Cuando hablamos de pinturas, en un spray se pueden envasar de todo tipo de productos; imprimaciones, aparejo, disolventes, colores y barnices…
Casi siempre estos productos son mono-componente, es decir, que no necesitan un catalizador para que tenga lugar el secado. El secado de estos productos se produce por evaporación de los solventes que los componen.
PROPELENTE
Como ya hemos mencionado, el propelente es un gas que presuriza el interior del bote de spray, y sirve como vehículo del producto principal del contenido del spray.
Existe una amplia variedad de propelentes usados en la fabricación de sprays. La elección de unos u otros depende de la aplicación a la que está destinado el propio spray, y de las características del producto principal.
Los propelentes más populares son:
Hidrocarburos derivados del petróleo (propano, n-butano, isobutano…).
Compuestos orgánicos como el dimetil éter.
Otros gases como el óxido nitroso y dióxido de carbono, usados habitualmente en aplicaciones de sprays para productos alimentarios.
Hidrofluoroalcanos (HFA), utilizados en aerosoles medicinales.
Aire comprimido
Anteriormente, la mayoría de sprays se fabricaban con gas CFC (clorofluororcarbono), el cual era tremendamente nocivo con la capa de ozono. Por este motivo, desde el protocolo de Montreal en 1989 se prohibió su uso en la mayoría de países del mundo.
En sprays de pintura, los propelentes más utilizados son los hidrocarburos derivados del petróleo (propano, butano…) y el dimetil éter. Una parte importante de estos gases permanece en estado líquido en el interior del spray por efecto de la presión, por lo que deben ser miscibles con el producto principal. Cuando el propelente entra en contacto con la atmósfera recupera su estado gaseoso y se disipa con facilidad.
BOQUILLAS
Existen varios tipos de boquilla. El diseño de la misma determina cómo será el patrón de rociado del spray y la cantidad de producto que es capaz de dosificar.
El patrón de rociado más popular es el circular, el cual dosifica la pintura en forma de chorro y con mucha fuerza, aunque cuando hablamos de pintura son más útiles los patrones de rociado en forma de abanico, ya que nos permiten un reparto más homogéneo de la cantidad de pintura aplicada sobre el objeto.
Algunos fabricantes de spray ofrecen incluso sofisticadas boquillas con patrón de rociado regulable.
COMO SE UTILIZA UN SPRAY DE PINTURA
Los sprays de pintura son muy fáciles de usar. Su manejo está al alcance de todos los usuarios, pero para obtener resultados óptimos se deben seguir unas sencillas instrucciones:
Agitar enérgicamente el bote de spray.
Las pinturas están compuestas principalmente de pigmentos, resinas y solventes, los cuales pueden disociarse en parte durante almacenamientos más o menos prolongados. Esto hace que los componentes más pesados se depositen en el fondo del spray, lo cual provocaría un funcionamiento incorrecto del spray y un comportamiento inadecuado del producto si se usa el spray sin haberlo agitado convenientemente.
Para facilitar el remezclado de los componentes de la pintura y de la parte líquida del propelente, los sprays de pintura contienen en el interior una bola de acero o vidrio que impacta contra las paredes del spray durante el agitado haciendo que el producto apelmazado en el fondo del envase se integre con el resto de componentes.
Aplicar el producto en varias capas.
Rociar la pintura accionando el pulsador a una distancia de entre 15 y 25cm del objeto.
La pintura ha de aplicarse describiendo movimientos rítmicos y en todas direcciones con el objeto de obtener un reparto homogéneo de la cantidad de pintura sobre la superficie del objeto.
Según sea el producto, se deberán aplicar el número de manos indicadas dejando los intervalos de evaporación recomendados entre ellas.
Limpiar la boquilla.
Una vez concluida la aplicación de la pintura es necesario limpiar la boquilla para que los restos de producto en la misma no se sequen y pueda reutilizarse el spray.
Para limpiar la boquilla todo lo que hay que hacer es apretar el pulsador con el spray bocabajo hasta que solo salga gas. De este modo la boquilla y el conducto quedarán limpios de producto.
PRECAUCIONES DE USO DE LOS SPRAYS DE PINTURA
Los gases propelentes usados en los sprays de pintura son extremadamente inflamables. Además, el contenido está almacenado a presión en su interior. Aunque los fabricantes elaboran sprays diseñados para resistir un aumento de presión en su interior, los sprays deben alejarse de grandes fuentes de calor por riesgo de explosión.
Los sprays de pintura, sobre todo si no se han vaciado por completo, deben procesarse en un punto limpio.
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